sábado, 26 de septiembre de 2020

Anécdotas mejoradas - Los ciclos en tu puesto de trabajo

Estaba viviendo en La Pampa, a fines del siglo pasado (suena feo, pero es así soy una persona del siglo pasado, hay que aceptarlo), ya llevaba unos 4 años como Jefe de la Provincia. Un muy lindo lugar para vivir, fundamentalmente por su gente. Pero había algo dentro mío que me tenía incómodo y no sabía muy bien que era.

Un día cualquiera, en un momento de la vorágine diaria, suena mi teléfono, en esa época eran fijos, y preguntan por mí. Un compañero había atendido y me avisó.

Saludé, y me di cuenta que la persona que había llamado no era de las que frecuentemente hablaba. Se presentó, y enseguida me comentó la razón de su llamada. Formalmente tenía un puesto laboral para ofrecerme. ¿A mí? Me pregunté. Yo no estaba formalmente buscando un cambio de puesto de trabajo ni de empresa.

Rápidamente le consulté porque me llamaba y su respuesta fue que era un headhunter y le habían pasado mi nombre.  No podía hablar en ese momento y recordé que la semana próxima viajaría a Bs As. Con lo que acordamos reunirnos.

Si bien era atractiva la oferta, por un tema personal no era mi momento, pero me interesaba entender un poco el interés profesional en mi figura.

Realicé el viaje planeado y nos juntamos en un café de Buenos Aires. Comenzamos a hablar, le fui sincero con mi respuesta pero le pregunté porque me había elegido y contactado. Ahí fue que su respuesta fue un aprendizaje y es la anécdota que les quiero compartir.

Me dijo, “ Todos los profesionales tenemos un ciclo en nuestro puesto de trabajo, el tiempo del mismo es aproximadamente 5 años.

El primer año es la luna de miel, estamos en el lugar que queríamos, con mucha ansiedad por cumplir las expectativas que tienen de nosotros.

El segundo año llegan los primeros golpes de realidad y estamos en modo de aprendizaje.

El tercer año empezás a llegar a tu tope de productividad.

El cuarto año ya tenés la madurez y estás en condiciones de empezar a solicitar a tu empresa y/o tu jefe ascensos, nuevos desafíos, etc.

El quinto año empiezan las dudas y cuestionamiento, es un momento de crisis profesional y requiere una mirada y reflexión interna. ¿Es donde quiero estar? ¿Lo estoy eligiendo y disfrutando? Después es un momento de toma de decisiones.

Hay un riesgo, me comento, que puedas perder tu motivación, tu productividad laboral y en el peor de los casos puedas terminar en Burnout.

Te elegí, me dijo finalmente, porque sabía que ya llevabas 4 años en tu puesto de trabajo.

Nos despedimos y esa charla fue muy movilizante para mí. Me di cuenta que mi ruido interno era por ello. Analicé, medité y fue cuando decidí que mi carrera laboral debía continuar en Buenos Aires. Pero eso es otra historia.



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